Introducción al Tiempo del Fin

No, no podemos conocer la fecha exacta. Jesús mismo dijo en Mateo 24:36: "Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre". Debemos estar siempre preparados, pues el Señor vendrá como ladrón en la noche. Sin embargo, podemos discernir las señales de los tiempos y reconocer la estación de Su venida.

El Rapto se refiere al evento descrito en 1 Tesalonicenses 4:16-17 cuando los creyentes, tanto vivos como muertos, serán "arrebatados" para encontrarse con Cristo en el aire. Existen diferentes interpretaciones sobre su tiempo: pre-tribulación (antes de la gran tribulación), mid-tribulación (a mitad de la tribulación) y post-tribulación (después de la tribulación). En nuestros estudios presentamos evidencia bíblica para cada posición y animamos a los creyentes a estudiar las Escrituras con oración.

El estudio de la escatología debe inspirarnos a vivir con santidad, urgencia evangelística y esperanza. Pedro nos recuerda en 2 Pedro 3:11-12: "Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios!". La expectativa del regreso de Cristo nos motiva a vivir con propósito, pureza y una pasión por alcanzar a los perdidos.

El Milenio se refiere al período de mil años mencionado en Apocalipsis 20, durante el cual Cristo reinará sobre la tierra. Existen tres perspectivas principales: el premilenarismo (Cristo regresa antes del milenio literal), el postmilenarismo (Cristo regresa después de un período figurado de predominio cristiano) y el amilenarismo (interpretación simbólica del milenio como el actual reinado espiritual de Cristo). Cada posición tiene base bíblica y debe ser estudiada cuidadosamente.

Debemos evaluar toda enseñanza a la luz de la Escritura, como los bereanos (Hechos 17:11). Las falsas enseñanzas a menudo fijan fechas específicas, contradicen las claras enseñanzas bíblicas, se centran en detalles sensacionalistas en lugar de en Cristo, o promueven miedo en lugar de fe. Siempre debemos recordar que el propósito de la profecía bíblica es glorificar a Cristo y preparar a Su Iglesia, no satisfacer nuestra curiosidad o generar temor.